Sortir de Babilonia.

Emprendo temerosa el camino a la adultez. Todos lo hacemos. Nos vemos envueltos en crisis económicas, sociales y emocionales, en donde todos buscamos ser la excepción a la norma, encontrar la manera de formarnos una vida disfrutable. Hacer lo que nos gusta, viajar, encontrar pareja, vivir bien. Muchos tenemos el respiro de creer que existe algo más, que si en ésta vida no lo encontramos, será en la otra donde obtengamos nuestras recompensas. Para quienes no compartimos ésta creencia, nos queda claro que es ésta la oportunidad que tenemos para ser feliz. Tener claro nuestras metas y deseos no necesariamente hace más fácil el camino. ¿Por qué una persona cualquiera habría que indignarse? Respondo al vernos perseguidos por el sueño americano que nos siguen vendiendo a créditos interminables bajo sueldos miserables, sobre empleos que nos explotan manteniendo gobiernos que nos dejan en el desamparo. Temo el porvenir, no por inseguro ni por mortal, sino por indigno. Sería hora de encontrarnos otro sueño, esta vez, justo y alcanzable.